El viaje continúa

Ha sido toda una vida de vivir con traumas y un año de conocer el sistema que me ayudó a sobrevivir.

Pensé que la terapia bastaría para ayudarme a navegar por esta existencia aparentemente sin timón. Pero me he dado cuenta de que no es así. Necesito el consuelo y el apoyo de quienes simplemente lo entienden. No necesito contar mi historia ni explicar los pormenores de mi experiencia hasta ahora. El mero hecho de saber que otros me escuchan y comprenden calma mis nervios, increíblemente crispados.

La gota que colmó el vaso fue la sensación de ansiedad muy real que volvió a apoderarse de mí desde que tuve que dejar de tomar mi medicación para la ansiedad. Los efectos secundarios nos obligaron a mi médico y a mí a decidir que era mejor dejar de tomarla y tener que lidiar con la ansiedad. 

Dios mío, qué difícil es. Recuerdo muy bien la sensación de aferrarme a la estufa, agarrarme a ella para salvar mi vida mientras una oleada tras otra de ansiedad inundaba mi cuerpo. No quiero volver a hacerlo. Pero aquí estamos. 

No me queda más remedio que encontrar la manera de sobrellevar la situación y evitar que el matón de la ansiedad descarrile mi proceso de curación. 

Ayer decidí que tal vez sí necesite encontrar un grupo/comunidad de apoyo que pueda ayudarme en el tiempo entre sesiones de terapia. 

• Ayúdame sabiendo que los demás comprenden. 
• Ayúdame proporcionándome un sentido de la responsabilidad. 
• Ayúdame permitiéndome ayudar a los demás.

Lo siguiente que supe fue que me había topado con Dissociative Cafe. Mi sistema y yo estamos agradecidos y esperamos que este sitio pueda ser una herramienta adicional para mí a medida que continúe el viaje.

Me emociona conectar con otros en este espacio y me alegra decir que en este preciso momento, la ansiedad no me domina.