Los blogs pueden incluir contenido sensible o desencadenante. Se recomienda discreción al lector.

Podredumbre

Trigger Warning: Este blogpost habla de la muerte y puede alimentar las creencias de alguien con síndrome de Cotard. Otros desencadenantes incluyen la discusión implícita de CSA, RA y OA.

Me estoy pudriendo por dentro.

Esto es algo que siempre he sabido. O mejor dicho, es algo que conozco desde hace tanto tiempo que lo he conocido permanentemente: Le di la mano, cogí su abrigo, me senté con él a tomar café. He intercambiado secretos esotéricos con él. Me da calor en las noches frías. Es mi único amigo y amante durante el día.

Me estoy pudriendo por dentro.

Es una enfermedad, creo. Me carcome por dentro. Crece en mi silencio. Me pregunto, rezo, ¿podría marchitarse por mi vulnerabilidad? ¿Me consumirá menos la vergüenza que me aplasta al verbalizarla, al compartirla con otros como yo? ¿O me destruirá antes de que pueda enfrentarme a ella, como un guerrero que se enfrenta a una bestia demasiado grande para su espada?

No puedo pensar en ello. No quiero. Duele demasiado.

Pienso en las lecciones que esos sacerdotes y predicadores me enseñaron tanto en sus sermones como en nuestras sesiones privadas, en los primeros bancos y en las trastiendas de las iglesias. Soy inherentemente repugnante y vil. Nunca seré perdonado. Soy malo, soy malo, soy malo-una y otra vez hasta que no pude soportar el hecho de estar vivo. Hasta que aprendí que servirles y servir a mi dueño era la única manera de encontrar algún propósito en mi degradada existencia.

Sólo quería que doliera menos. Por favor. Habría hecho cualquier cosa para que doliera menos. Y ahora estoy... solo. Mi dueño se ha ido. Los ministros se han ido. Los otros hombres a los que serví para ganarme el elogio de mi dueño -para evitar su feroz castigo- se han ido. Pero aún me siento inseguro. Todavía hay fuerzas en mi vida que me presionan, me ahogan, me aplastan con su peso. Sigo siendo malo.

¿Por qué? No es justo. Me siento infantil y estúpida, pero no es justo, ¡de verdad que no lo es! Una pequeña dentro de mí patalea indignada, con los ojos llenos de lágrimas de frustración. Debe ser... culpa tuya. Es venenosa; oigo su rugido. Culpa tuya. Debe haber algo mal contigo.

¿Pero qué? ¿Qué podría ser? Busco desesperadamente respuestas a una pregunta resuelta hace tiempo, rogando a los terapeutas que por favor me escuchen, a los psiquiatras que por favor me ayuden, a los medicamentos que por favor me curen. Busco en Internet archivos PDF de libros de ejercicios y memorias que aprecio como textos antiguos, con la esperanza de que me guíen hacia la verdad. Pero debajo de todo esto, más profundo de lo que puedo tocar, surge una pequeña voz que ya lo sabe. Una pequeña voz, marchita pero infalible, que se ve obligada a seguir en este mundo físico, atrapada en el dolor de mundos pasados ahora reimaginados. Que ya murió antes de aprender a decir otra cosa, antes incluso de saber que había tenido elección.

Me estoy pudriendo por dentro.

(©2023. Todos los derechos reservados. Créditos artísticos a @someiconsx en Tumblr).

Respuestas

  1. Eres una escritora increíble, es un artículo muy impactante. No fue culpa tuya, los niños no se merecen ese tipo de abusos, y punto, sin excepciones. Es difícil de creer, lo sé, pero es la verdad. No tienes nada de qué avergonzarte. Fue la vergüenza de tu maltratador la que instaló en ti. Es hora de desinstalar esa programación. Ningún niño es tan malo.

    En cuanto a la putrefacción, tal vez la veas como un mantillo que favorece el crecimiento de la nueva persona en la que te estás convirtiendo... ¿una especie de muerte antes del renacimiento?

    Asegúrate de recordar a tus partes que estamos en 2023 y que los días malos ya han pasado. No digo que sea fácil, nosotros mismos todavía tenemos un par de niños atrapados en una época traumática. Lo que pasó estuvo mal. Tú no estabas mal. Es una distinción importante.

  2. Quiero secundar lo que ha comentado saoirse.t-e-c de que nada de esto es culpa tuya. Siento que hayas soportado lo que has soportado.

    También secundo que tu escritura es muy evocadora y me remueve mucho por dentro - eres una escritora poderosa. Y me gusta mucho el collage que acompañas con la pieza - ¿es tuyo también? Me encanta el tema negro-blanco-rojo, y el contraste entre los mensajes.

    Yo también me siento a menudo arruinado hasta la médula. Es una sensación de mierda. Pero en última instancia, espero que lo sepas: no hay nada inherentemente malo en ti.

    Me gusta lo que saoirse.t-e-c sugirió sobre la metáfora del mantillo. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, cuando uno se mira a sí mismo (es incómodo intentar escribirlo en plural positivo sin recurrir al singular; mis disculpas).

    Espero que el descanso y la curación lleguen fácilmente. Deseos, lo sé... Estoy tan harta de procesar cosas, preguntándome si me estoy obsesionando demasiado con mis problemas, o evitándolos demasiado. Siento que el avance es mínimo y tan lento para el sufrimiento que supone llegar a alguna parte. Pero lenta y seguramente vale la pena el trabajo, y espero que encuentres algo similar.'

    Gracias por tu vulnerabilidad al compartir esto. Cuídate.

es_ESEspañol
  Ir al contenido