Quién soy 

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Mi trabajo consiste en convencer a la gente de que Clover sigue viva. Este cuerpo cambia, le crece pelo, gana y pierde peso, sangra y se cura; inconcebible, innegablemente vivo, pero Clover se ha ido. No se ha ido de golpe, sino poco a poco, a trozos, dejándome a mí al mando. 

No estoy seguro de dónde vengo. Tengo los recuerdos de Clover, pero no los siento como míos. Soy un relleno, destinado a entretener al público hasta que la obra pueda reanudarse. 

Lo que sé es que es mi deber mantener este cuerpo en movimiento, llevarlo a clase, hacerlo correr en la cinta, asegurar a su familia que no han perdido a su hija donde nunca la encontrarán. Que no murió en su mente hace años. 

Me siguen llamando Clover. Me suena raro, la pronunciación extraña a mis oídos, pero aún no he encontrado un nombre que sienta como propio. 

La pequeña Clover. Ella fue amada. Y ella amó, tanto, tan profundamente. 

Nunca tuvo novio. Tuvo una cita una vez. Él fue dulce con ella hasta que ella lo rechazó. 

Quería ser médico. 

Era valiente. Incluso cuando estaba enferma y no lo sabía, incluso después de enterarse. Fue valiente todos los días hasta el final. 

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